A uno de cada cuatro electores no le interesó ningún partido de los que se presentaban, en Euskadi fueron cuatro de cada diez.
Los dos partidos designados para protagonizar los grandes debates televisivos se llevan el 85 % de los votos y el 92 % de los diputados.
PSOE y PP gastarón en publicidad electoral seis veces más que el resto de los partidos.
Izquierda Unida con el 3’8 de los votos le corresponden sólo el 0’50 % de los escaños.
Coalición Canaria con menos de la décima parte de votos que IU logra la misma cantidad de diputados.
Con doscientos mil votos menos, CiU consigue cinco veces más diputados que IU.
Julio Anguita, a quien acusaba el diario El País de estar en otra galaxia, lograba diez veces más diputados que Llamazares.
Los inmigrantes en España en situación regular y que cotizan a la Seguridad Social son 1.981.106 personas. Ninguno de ellos tenía derecho al voto.
El dato de la abstención nunca se volvió a citar en las coberturas informativas en directo a partir de las ocho de la tarde.
Durante los especiales informativos de televisión aparecía sobreimpreso sólo el resultado del PSOE y el PP y se ignoraban los demás.
La COPE a las once de la noche titulaba la victoria del PSOE todavía en condicional (“ganaría”).
Miguel Angel Rodríguez (ex portavoz del PP) dice en Antena 3 que ve “triste” a Zapatero en su anuncio de la victoria electoral.
El bipartidismo en España es como en Estados Unidos pero sin primarias.
Mariano Rajoy salió a reconocer los resultados a las once y media de la noche, después de que lo hiciera Jiménez Losantos en Libertad Digital.