El 28 de agosto el diario El País dedica su editorial a las elecciones legislativas venezolanas, a casi un mes de celebrarse. Comienza así: “El 26 de septiembre se celebrarán elecciones legislativas en Venezuela con la expectativa, sobre todo internacional, de un cambio en el equilibrio de poder”. En numerosas ocasiones hemos señalado la tendencia de los medios a adscribirse la opinión pública, es decir, a convertir en posición ciudadana mayoritaria lo que es sólo la opinión de sus editorialistas, directivos y propietarios. En esta ocasión, el diario madrileño presenta desde las primeras líneas como “expectativa” internacional “un cambio en el equilibro de poder” en Venezuela, es decir, que Chávez y sus partidarios pierdan las elecciones. Que El País -ya casi propiedad de Berlusconi, Telefónica y la gran banca tras su acuerdo con el fondo de inversiones estadounidense Liberty- está deseando desalojar a Hugo Chávez y su revolución bolivariana del poder ya es de sobra sabido. Lo indignante es que quiera convencer a sus lectores de que ese sea el deseo mayoritario del planeta Tierra (expectativa internacional). Como los resultados electores muestran en cada convocatoria que no es esa la posición de los venezolanos, sólo les queda el recurso de argumentar que es la del resto del mundo. Lo sentimos por los editorialistas del periódico madrileño, pero en Venezuela, quienes eligen a sus parlamentarios, son los venezolanos.
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«Chávez impide a laSexta hablar desde Venezuela», así titulaban en el canal de televisión La Sexta una noticia ayer. El asunto consistió sencillamente en que un operario del hotel Alba no les dejó usar la antena para el envío de las imágenes al mediodía y no lo pudieron hacer hasta la tarde.
El 9 de julio publicó El País una información de su corresponsal en Caracas titulada “La televisión prohibida por Chávez volverá por cable y satélite”. Mira por donde, leyendo el texto se desmontan solas muchas de las afirmaciones que el propio periódico y la oposición venezolana lanzó contra el gobierno venezolano.
Una de las degradaciones del periodismo es la facilidad con que profesionales y directivos de los medios se tragan las versiones oficiales del poder.
Aunque Estados Unidos está presente constantemente en nuestros medios de comunicación no dejo de sorprenderme y de descubrir hechos e informaciones de ese país absolutamente desconocidas y silenciadas.