Página personal del Periodista Y Escritor Pascual Serrano

Periodistas

Los que dedicamos parte de nuestro tiempo y nuestros conocimientos a ejercer un periodismo alternativo, crítico, al servicio de un ideario anticapitalista que busca desenmascarar y denunciar las mentiras de un pensamiento único y la manipulación dominante por los grandes medios, escuchamos con frecuencia los comentarios amistosos de nuestros compañeros de ideales, preocupados por lo que entienden que es una utilización abusiva de nuestra lucha política al servicio de la información. Se trata de amigos que, aunque militantes de la izquierda radical, están sinceramente convencidos de que los periodistas alternativos anteponemos nuestra ideología a la información. Siguen apostando por una información que creen neutral, independiente, objetiva. Aunque comparten con nosotros ideales políticos, se sienten culpables por el uso interesado que, entienden, los periodistas alternativos hacemos de la información. Ellos no renuncian a que quienes adoptamos las posiciones críticas al sistema enarbolemos esos principios.

A estos amigos les quiero recordar los comentarios de uno de los presentadores estrella de la cadena de noticias norteamericana Fox News, Geraldo Rivera. Un periodista enviado a Afganistán que, armado con una pistola, afirma que si se cruza con Osma Ben Laden no le va a hacer ninguna pregunta, sino que le va a "meter un par de tiros". La novedad del comentario no se encuentra en la evidencia de que su información no puede tener nada de objetiva e imparcial, algo que ya todos sabemos de las grandes agencias de noticias, sino en la impunidad con la que nos presentan el modo en que ellos entienden el ejercicio del periodismo. En cuanto a nuestro país, aquí tenemos al programa Protagonistas concediendo el premio del mismo nombre a María Sangil, presidenta del PP de Guizpúzcoa, otra muestra más de línea informativa independiente e imparcial. O el Premio al Personaje del Año concedido el pasado diez de diciembre por la Asociación de Revistas de Información (ARI), a la esposa del presidente del gobierno, Ana Botella.

Es evidente que ni la neutralidad, ni la objetividad ni la independencia existe en el periodismo. El problema no sólo está en la diferencia de recursos entre un bando -los adláteres del poder- y el otro -los que promovemos la rebeldía contra el poder-, sino en el sentimiento de culpa que todavía tenemos los rebeldes, actuando con los remordimientos de quienes creemos que cometemos un acto de inmoralidad adoptando una posición informativa de combate contra el poder. Imaginemos por un momento el sacrilegio que cometeríamos si un miembro del Consejo Editorial de Mundo Obrero o de Granma dijese que si pudiese entrevistar a George Bush no le haría ninguna pregunta sino que le pegaría dos tiros por considerarlo responsable de la muerte de un millón de niños en Iraq como consecuencia del embargo.

Va siendo hora de que nos vayamos sacudiendo esos complejos. En la información, como en tantos otros ámbitos, estamos en guerra y como dijera Gabriel Celaya al afirmar "maldigo al poeta que no toma partido", los periodistas también tomamos partido y no por ello nos debemos avergonzar ni tener complejos de culpa, sobre todo porque sólo somos los de un bando los que tenemos ese sentimiento de culpabilidad. Y a nuestros compañeros de ideología y de lucha que no se dedican a esta profesión no les debe angustiar nuestra actitud. Porque parece que el objetivo de la información imparcial sólo lo creen los estudiantes de primero de periodismo durante los dos primeros meses de curso y los rojos.

 
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