A finales de 1989, Chile se enfrentaba a unas elecciones presidenciales que dejaban atrás la dictadura de Augusto Pinochet y abrían la puerta a la llegada de la democracia al país. Días antes de la convocatoria electoral Pinochet dijo lo siguiente: “Estoy dispuesto a aceptar el resultado de las elecciones, con tal de que no gane ninguna opción de izquierdas”. Las elecciones no las ganó la izquierda, las ganó el demócratacristiano Patricio Aylwin y Pinochet «abandonó» el poder.
Esta anécdota, contada por Carlos Fernández Liria en su libro “Educación para la ciudadanía”, expresa de forma muy elocuente el concepto de democracia que tiene la derecha y viene a cuento a la situación que está viviendo España en estos días.