La entrevista que «La noche en 24 horas» de Radio Televisión Española realizó este miércoles al coordinador de la coalición EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha despertado una tormenta política y periodística de reproches. PP, Ciudadanos y Vox pidieron la dimisión de Rosa María Mateo y acusaron al Gobierno de querer blanquear la figura de la izquierda abertzale. La Fundación de Víctimas del Terrorismo y la Asociación de Víctimas del Terrorismo expresaron su «absoluto rechazo».
La ministra española de Defensa en funciones, Margarita Robles, afirmó que una entrevista a Arnaldo Otegi solo se entiende si en ella pide perdón a las víctimas del terrorismo. Como si solo se pudiera entrevistar a una persona si fuese a responder lo que nosotros quisiéramos. La periodista Ana Rosa Quintana barre para casa y dice que hay una doble vara de medir porque ella tuvo que soportar el boicot a la entrevista de la madre del Cuco, uno de los implicados en el asesinato de Marta del Castillo, y por la que se pagaron 10.000 euros.
Es curioso que aceptemos que personas y partidos puedan legalizarse, presentarse a las elecciones, lograr el apoyo de miles de personas y ocupar cargos públicos, pero que no se les tolere que su dirigentes puedan acceder a los medios de comunicación.