Se les ha visto mucho la tendencia a los periódicos españoles cuando informaban de las elecciones griegas. Para los grandes medios, la posibilidad de que los dos grandes partidos que han dominado el panorama político durante años sin apenas diferencia política -o sea, como en España- no pudieran volver a gobernar era toda una tragedia. Lo escandaloso no es que eso lo presentaran en sus editoriales o columnas de opinión, sino que formaba parte de la supuesta información neutra sobre el resultado electoral. En el caso de El Mundo (3-5-2012) se decía que “a tenor de los datos de los sondeos, en el más optimista de los escenarios Nueva Democracia y Pasok pactarían un Ejecutivo de coalición” ¿Por qué era optimista un escenario en el que gobernaran esos dos partidos si no representaban a la mayoría de los griegos?, ¿qué forma es esa de contar el resultado de unas elecciones? Por su parte, El País (6-5-2012) decía que “tras este cataclismo electoral, a partir de hoy ya nada será lo que fue, políticamente hablando, en Grecia” . Cuando ganan los suyos es la fiesta de la democracia y cuando no consiguen ganar es un cataclismo. Quizás por eso al diario no le parece mal que conservadores y socialdemócratas, al no poder gobernar porque no tienen suficientes votos, se les ocurra proponer un “Gobierno de notables” (El País, 14-5-2012). O sea, ignorar la voluntad de las urnas y sugerir un golpe de Estado.
La tragedia griega nos afecta también a los españoles. El 16 de mayo, el informativo de TVE decía que "la prima de riesgo española se dispara por la inseguridad que generan las elecciones en Grecia". Parece que la responsabilidad de la crisis española no es de nuestros partidos gobernantes, sino de que esos mismos partidos en Grecia no puedan gobernar.
Y es que, sin ninguna duda, lo que han votado los griegos no es lo que nuestros medios querían. El ejemplo más elocuente es el de la diputada Sofia Sakorafa, la más votada de todo el país, y miembro de la coalición de izquierda radical Syriza, la organización homóloga de Izquierda Unida en España. A la periodista de La Vanguardia que le entrevistó el 15 de mayo le llamó la atención que en su despacho tuviese un póster de Hugo Chávez . Resulta que el presidente más criticado por los medios españoles es el más admirado por la política más votada en Grecia.
No es que la línea editorial de los medios no coincida con la de los ciudadanos, es que está en las antípodas y encima nos la presentan como noticias neutrales.
Pascual Serrano es periodista. Su último libro es "Contra la neutralidad. Tras los pasos de John Reed, Ryzard Kapuścińsky, Edgar Snow, Rodolfo Walsh y Robert Capa" . Editorial Península. Barcelona.