El conflicto de Ucrania ha creado un vocabulario propio en los medios occidentales. Los nazis se convierten en […]
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Sin apenas percibirlo, hemos avanzado hacia un sistema informativo en el que empresas tecnológicas y de redes sociales han terminado controlando la difusión de la información, vetando medios, etiquetando periodistas y borrando contenidos. Lo que nunca hubiéramos permitido a un Gobierno lo están haciendo ellas, hemos privatizado la censura.
Cuando en 2003 en España salimos a la calle bajo la pancarta de "No a la guerra", entendíamos que estábamos en contra de la presencia, el compromiso y la participación de nuestro país en una guerra que considerábamos injusta e ilegal.
El reconocimiento de Rusia de las repúblicas del este de Ucrania ha dejado en evidencia el trato de los medios de comunicación. Ahora se apela al cumplimiento de los Acuerdos de Minsk, cuando llevan meses siendo violados diariamente por Ucrania y Occidente. Igualmente, el doble rasero informativo con respecto a la partición de Yugoslavia es espectacular.
Ya sucedió en otros conflictos, donde los medios nos decían quiénes eran los buenos y los malos. Ahora, en Ucrania, los medios españoles nos presentan como héroes históricos a militares nazis, como exiliados a milicianos fascistas, como venerables ancianas a sus bases civiles y como defensores de derechos humanos a los financiados por EEUU.
Se dice que la primera víctima de la guerra es la verdad, una frase atribuida al senador estadounidense Hiram Johnson en 1917, pero hace mucho que ya sabemos que no hace falta empezar una guerra para que la verdad termine sacrificada. Eso sí, cuando suenan los tambores, la desinformación sube en decibelios.
El 6 de febrero se conmemora el Día contra la Mutilación Genital Femenina, el 8 de marzo es el Día de la Mujer Trabajadora, el 25 de noviembre es el Día por la Eliminación de la Violencia Machista… Y sin embargo, y a pesar de efemérides, conmemoraciones y campañas las mujeres, media humanidad, sufren atropellos y discriminación en todo el planeta.
Rafael Poch-de-Feliu fue veinte años corresponsal en Moscú y Pekín, además de otros nueve en Berlín y en Europa del Este. Es uno de los periodistas españoles que más conoce la geopolítica de Rusia y su entorno. Con él repasamos el conflicto de Ucrania, los antecedentes, las intenciones y estrategias de todos los actores y las posibles perspectivas.