Un ejemplo de cómo funciona la información. El grupo de comunicación Prisa, editor de medios como el diario El País, debe más de cinco mil millones a un pool de bancos, entre ellos el español Banco de Santander. Ante esa grave situación financiera, un fondo de inversión estadounidense compra más de la mitad de las acciones del grupo, entre las empresas que adquieren acciones de ese fondo para la operación se encuentra el Banco de Santander. Después la división de análisis del Santander publica un informe financiero en que recomienda comprar acciones de Prisa. A continuación, el diario económico Cinco Días, propiedad de Prisa, recoge entusiasta y diligentemente la recomendación del Santander.
La operación es redonda, el grupo se encuentra en bancarrota, el acreedor se queda con la empresa de comunicación, recomienda sus acciones para que suban en Bolsa y seguidamente los medios del grupo de comunicación airean mediáticamente el informe. De este modo el ciudadano inversor se lanza a la compra, sube su cotización sin que la empresa mejore su funcionamiento y el banco inversor, los directivos a través de stock options y los grandes accionistas recogen sus beneficios. Así funciona la información y el periodismo.