Parece que la ausencia de actividad armada de ETA está provocando en algunos medios de comunicación más alarma que sus atentados. Algunos necesitan seguir aireando el espantajo no sea que las audiencias ya no se preocupen de las acciones de ETA y les de por prestarle atención a otros problemas del país. Basta observar que el sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del pasado mes de julio situaba el “terrorismo y ETA” en su nivel más bajo de preocupación de los españoles, sólo el 3’7 % lo consideraba uno de los principales problemas. Y eso a pesar de que las consultas se hicieron antes de conocerse el comunicado de ETA reconociendo la Comisión Internacional de Verificación del alto el fuego o la adhesión del colectivo de presos al Acuerdo de Gernika. La presencia de ETA en la agenda política y mediática ha dado muchos réditos a políticos conservadores y medios de comunicación que han permitido mantener fuera de la actualidad otros problemas sociales. La nueva situación pacífica ha creado tanta alarma que algunos medios no han dudado en recurrir a los métodos más burdos de manipulación gráfica. Veamos dos ejemplos:
El primero lo cuentan mejor en este blog. Pero vale la pena que yo también lo comente por si alguno no se enteró. Se refiere a una manifestación abertzale en Bilbao el pasado 25 de agosto. Portaban una pancarta con el lema “INPOSAKETARIK EZ. NAZIOA GARA” (No a las imposiciones. Somos una nación).
Como no parecía un texto muy proetarra, la prensa se puso a resolver el asunto, bastaba con darle juego al fragmento ETA de la palabra INPOSAKETARIK. Y así lo hizo el mundo en edición impresa del 27 de agosto.
Otros medios lo resolvieron con una foto de Efe que muy pícaramente destacaba las tres letras famosas entre las cabezas de dos manifestantes. Es lo que hizo La Razón el 26 de agosto.
El segundo se refiere a la infografía de la pantalla que aparece detrás de la presentadora de esta noticia del 8 de septiembre en la televisión LaSexta. Destroza cualquier principio de neutralidad informativa del que tanto alardean, pero no mediante la argumentación, el análisis o la opinión, el método es tan burdo como el de manipular el logo de ETA.
En algunas mesas de redacción deben estar ya buscando a quién llamar banda asesina y terroristas por si la paz avanza y se les acaba la musa inspiradora.
