Aunque las empresas tabacaleras tienen prohibido por ley vender cigarrillos a menores, según se informa, estarían obteniendo ganancias del trabajo infantil. Las investigaciones del periódico The New York Times y de la organización Human Rights Watch revelan que cientos, si no miles, de menores están trabajando en granjas tabacaleras en Estados Unidos. Muchos sufren la “enfermedad del tabaco verde” o intoxicación por nicotina, lo que puede provocar vómitos, mareos o ritmos cardíacos irregulares, entre otros síntomas. Los menores son especialmente vulnerables a los pesticidas tóxicos debido a que sus cuerpos todavía se están desarrollando. Con la simple manipulación de hojas de tabaco húmedas, los trabajadores pueden absorber tanta nicotina como si en realidad estuvieran fumando.