A todos nos ha llegado esa idea tan agorera de que la prensa ha muerto. Y es verdad, pero solo a medias. Lo que está desapareciendo es el modelo tradicional de negocio, pero no el interés por la información, que sigue vivito y coleando. Al menos eso es lo que opina el periodista Pascual Serrano, autor del libro La prensa ha muerto: ¡viva la prensa!. Nos lo cuenta Paloma Cortina.
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Desde hace treinta meses, Julian Assange, paladín de la lucha por una información libre, vive en Londres, refugiado en las oficinas de la Embajada de Ecuador. Este país latinoamericano tuvo el coraje de brindarle asilo diplomático cuando el fundador de WikiLeaks se hallaba perseguido y acosado por el Gobierno de Estados Unidos y varios de sus aliados (el Reino Unido, Suecia). El único crimen de Julian Assange es haber dicho la verdad y haber difundido, vía WikiLeaks, entre otras revelaciones, las siniestras realidades ocultas de las guerras de Irak y de Afganistán, y los tejemanejes e intrigas de la diplomacia estadounidense.
Como Edward Snowden, Chelsea Manning y Glenn Greenwald, Julian Assange forma parte de un nuevo grupo de disidentes que, por descubrir la verdad, son ahora rastreados, perseguidos y hostigados no por regímenes autoritarios sino por Estados que pretenden ser “democracias ejemplares”...
El pasado 10 de octubre se estrenó en el Festival de Cine de Nueva York el documental Citizenfour, dirigido por Laura Poitras, productora y directora cinematográfica estadounidense, galardonada con el premio Pulitzer entre otras distinciones. El protagonista es Edward Snowden, el famoso whistleblower que denunció los abusos de espionaje de la National Security Agency (NSA).
Autor de 'La prensa ha muerto: ¡viva la prensa!'
Pascual Serrano es periodista especializado en política internacional y análisis de los medios de comunicación. En 1996 fundó, con un grupo de periodistas independientes, Rebelión (www.rebelion.org), que funciona como diario alternativo en internet. Entre 2006 y 2007 fue asesor editorial de Telesur. Colabora habitualmente en Le Monde diplomatique, eldiario.es y Público, además de otros medios españoles y latinoamericanos. Entre sus libros destacan Desinformación (Península, 2009, 8ª edición), Traficantes de información (2010), ¿El mejor de los mundos? (2011), Contra la neutralidad (Península, 2011), Periodismo canalla (2012), La comunicación jibarizada (Península, 2013) y La culpa es de los libros (2014).
20 Noviembre 2014, 18:00 Horas
Desde hace dos años, la exagerada y costosa presencia de la policía rodeando la embajada ecuatoriana en Londres no ha servido más que para hacer ostentación del poder del Estado. Su presa es un australiano acusado de ningún delito, un refugiado de una repugnante injusticia cuya única seguridad es el albergue que le ha dado un valiente país sudamericano. Su verdadero crimen es haber iniciado una oleada de revelación de verdades en una era de mentiras, cinismo y guerra.
Esto es lo que el veterano periodista Pascual Serrano analiza en su último libro: “La prensa ha muerto: ¡Viva la prensa!” (Ed.Península), donde nos muestra diferentes medios de Europa y América que han descubierto la fórmula para mantener un periodismo honesto y valiente apoyados por sus lectores y audiencias. A través de casos como ‘Le Monde Diplomatique’, ‘Le Courrier’ o ‘La Jornada’ entre otros, ilustra algunos modelos de organización y funcionamiento en los que según el autor, está la clave del cambio que deberá emprender la prensa tradicional si no quiere ver peligrar su supervivencia.
El periodismo ha muerto. El periodismo se ha suicidado… Frases que escuchamos tan a menudo… Vivimos en una encrucijada en esta profesión, tan vital para que las sociedades libres y democráticas lo sean de verdad. Y frente a tanto mensaje catastrofista, ha surgido con fuerza el nuevo discurso de los medios emergentes. Les presta atención el periodista Pascual Serrano, autor de concienzudos trabajos sobre medios de comunicación, que acaba de publicar ‘La prensa ha muerto: ¡viva la prensa!’, libro en el que subraya que, frente a “los medios de la casta“, con estructuras empresariales “insostenibles“, la crisis ha traído “medios más libres“. Hablamos con él de sus valientes análisis y conclusiones.