No es ningún secreto, ni forma parte de ninguna teoría conspiratoria, que un mecanismo para neutralizar, o al menos encarrilar un potencial crítico y movilizador de una sociedad en la dirección que interese, es construir una causa de lucha que pueda generar bastante consenso, pero asegurarse de que esa causa sea manejada sin que afecte a las estructuras del sistema.