Para cuando esta columna sea pública ya se sabrán los resultados electorales de las elecciones presidenciales estadounidenses. Me he dado cuenta de que eso no afecta nada a lo que yo pueda escribir, en realidad lo que sucede es que ese resultado apenas cambia la gran política estadounidense. Mi novedad es que, durante esta campaña, no sé por qué razón he estado recibiendo en mi correo electrónico un bombardeo constante de publicidad electoral de la candidatura de Trump y, en lugar de denunciarla como spam, no he podido evitar la tentación de ir observando lo que iba diciendo.
Archivos mensuales: Ene PM
Una nueva serie de Netflix nos da la alegría de recuperar a dos personas que las dinámicas del mercado habían silenciado. Estoy hablando de la serie Los favoritos de Midas y los recuperados han sido el actor Guillermo Toledo y el escritor Jack London. Tras diez años silenciado en nuestro país, aquí descubrimos a un Toledo alejado de sus habituales papeles frívolos, y se agradece.
Pero me centraré en el escritor Jack London, en uno de cuyos cuentos se basa la serie.
En el siglo XIX se acuñó la expresión "cuarto poder" para referirse al poder que representaba la prensa. El término nace al abrigo de las democracias liberales, que consideran la difusión de la información como una forma de fiscalizar a los otros tres poderes -ejecutivo, legislativo y judicial- y servir de mediadores entre los ciudadanos y las política. Los medios de comunicación servirían para proteger a los ciudadanos, sus derechos y libertades, frente al Estado. Gracias a la prensa, los individuos se forman y conocen para así ejercer su derechos.
Durante cualquier guerra se suceden llamamientos regulares para pedir a las tropas del bando enemigo que se pase al otro. Yo lo vi personalmente en la guerra de El Salvador y en la guerrilla de Colombia. Lógicamente el más susceptible de cambiar de bando es el soldado raso, parte de una situación de poco poder y privilegios, y puede haberse sentido desengañado con sus dirigentes militares o políticos, o sencillamente replantearse sus ideas. Sucedió en la Guerra Civil española, las deserciones y cambios de bando eran frecuentes.
En el pasado debate en el Parlamento para la aprobación de los Presupuestos generales de 2021 Vox protagonizó un curioso comportamiento: no presentaron ninguna enmienda y anunciaron que "rebatirían" los Presupuestos mediante la elaboración de vídeos propagandísticos en redes sociales para "desenmascarar" las cuentas.
Que si las vacunas llevan un chip, que si el coronavirus se transmite por la red 5G, que si los demócratas estadounidenses son pedófilos satánicos, que si Soros anda moviendo los hilos a favor del independentismo catalán y Putin desestabilizando las elecciones de Estados Unidos.
La decisión del Gobierno español de crear un protocolo de actuación para luchar contra la desinformación provocó un nuevo debate en el país. ¿Qué se busca?, ¿garantizará el derecho a la información veraz?, ¿qué tiene que ver Rusia? Son muchas las preguntas y pocas las respuestas. Sputnik conversa sobre este tema con el periodista Pascual Serrano.
Durante el recuento de las elecciones presidenciales de Estados Unidos asistimos al fenómeno de comprobar cómo grandes cadenas de televisión y redes sociales frenaban los intentos de Trump de desautorizar las elecciones presidenciales estadounidenses.