Todos los analistas están fijando sus ojos en las reacciones de Izquierda Unida tras la incorporación de la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, como consejera del gobierno socialista andaluz. En realidad la coalición solo ha perdido una militante, será sustituida al frente de la alcaldía de Córdoba por otro concejal de IU. Lo triste es que el Partido Socialista tenga que buscar políticos de otros partidos para completar sus gobiernos. Hasta ahora resultaba comprensible recurrir a independientes para ello, pero irse a la sede de otro partido es lo más humillante que le podría suceder al votante socialista.
Lo sucedido con Rosa Aguilar es como si mañana Zapatero incorporara a Esperanza Aguirre como ministra. En Andalucía los votantes de IU de Córdoba han colocado de una tacada al alcalde de Córdoba y al consejero socialista de Obras Públicas de la comunidad autónoma. Por tanto, yo propongo a los votantes socialistas que voten a Izquierda Unida para que los cargos electos puedan ocupar también los gobiernos socialistas. No tiene sentido que voten al PSOE si los miembros de sus gobiernos procederán de las candidaturas de Izquierda Unida.