Como el tribunal supremo nicaragüense ha permitido que el presidente de ese país se pueda volver a presentar a las elecciones, el diario catalán La Vanguardia titula el 22 de octubre “Daniel Ortega se inspira en el dictador Anastasio Somoza”. Su tesis es que como hace 65 años el dictador de Nicaragua reformó la Constitución para poder seguir como jefe de Estado, Ortega hace lo mismo. El periódico olvida un pequeño detalle, que ahora los nicaragüenses votan. Podría haber titulado que se inspira en Zapatero o en Sarkozy porque también éstos se pueden presentar.
La sentencia del la Corte Suprema de Justicia ha resuelto que Daniel Ortega se podrá presentar a la reelección argumentado que impedirla y, al mismo tiempo, permitir la reelección indefinida de los diputados es una "violación al derecho de la igualdad ante la ley". Esto lo “informa” el corresponsal de La Vanguardia con este párrafo: “Seis jueces de la sala constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) inclinaron la cerviz al aprobar una resolución que facilita la dictadura institucional, lo que indigna a la mayoría de los nicaragüenses”. De modo que una decisión judicial es una “inclinación de cerviz”, la democracia nicaragüense es una “dictadura institucional” y el periodista se declara conocedor de la opinión de la mayoría de los cinco millones y medio de nicaragüenses.