El 7 de marzo, cinco días antes de las elecciones legislativas, el presidente colombiano Alvaro Uribe junto con el Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, presentaban a varios periodistas de prensa y televisión la desmovilización de un frente íntegro de las FARC integrado por 70 guerrilleros que se entregaban con 26 fusiles y un avión Turbo Aerocomander. Todos los medios dieron por válida esa desmovilización a pesar de que se planteaban algunas dudas. La mayoría de los medios reproducían teletipos de la estadounidense AP, las españolas Europa Press y Efe e incluso la china Xinhua. Entre los elementos extraños de la noticia se encontraba que al acto sólo se permitió el acceso a algunos medios, los insurgentes –excepto su líder- aparecían todos sin identificar cubiertos con pasamontañas y con uniformes y botas recién estrenadas. Tampoco resultaba coherente que se entregaran menos fusiles que guerrilleros a pesar de que es sabido que cada insurgente de las FARC tiene su propia arma de asalto. Y, lo más asombroso, el famoso avión de cuya entrega se informaba no aparecía por ningún lado a pesar de que se pidió información por parte de la prensa. En medios alternativos se encontraban desde el primer momento comentarios que apuntaba a que todo se trataba de una farsa.
Sin embargo, durante el 8 de marzo se comienza a descubrir la verdad. La agencia Efe ya recoge ese día el reconocimiento del comandante del Ejército de Colombia, el general Mario Montoya, de que el supuesto avión entregado por la guerrilla fue en realidad incautado hace tres años durante una de las operaciones contra el narcotráfico. Muchos medios latinoamericanos como El Universal de Venezuela, La Prensa de Panamá, El Comercio de Ecuador o El Miami Herald en Estados Unidos, van denunciando el montaje ese mismo día ocho. Ya durante la tarde surgen nuevos descubrimientos de la operación mediática de Uribe. El escritor y ex gobernador del Departamento del Valle del Cauca, Gustavo Alvarez Gardeazabal, declaró a Radio Caracol que el supuesto comandante guerrillero Raúl que fue presentado a la prensa liderando la desmovilización llevaba dos años preso en la cárcel de la Picota, en Bogotá.
Sin embargo, echando un vistazo a la prensa española se descubre que, un día después, el 9 de marzo, cuando ya había suficientes elementos que confirman que se trataba de un montaje, tanto el diario El País desde Madrid, como La Vanguardia, desde Barcelona, sólo difunden la versión oficial de la desmovilización/rendición y la entrega del avión: “Se rinden 70 guerrilleros de las FARC” El País (9-3-2006), “Setenta guerrilleros de las FARC entregan las armas” La Vanguardia (9-3-2006).
Por si hubiese alguna duda, el día 10 las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) difundían un comunicado desvelando que ese frente y esa desmovilización no tenía ninguna relación con ellos, y el propio presidente Alvaro Uribe reconocía que había sido confundido o engañado sobre la verdad de esa rendición. Los supuestos guerrilleros fueron solo delincuentes comunes ya encarcelados que se reciclaron en la operación mediática para ser presentados como insurgentes desmovilizados a cambio de recibir beneficios penitenciarios.
Ninguno de estos nuevos elementos que descubrían la verdad sobre una farsa del gobierno colombiano difundida en España fue recogida por la prensa española. Sin embargo, como hemos señalado, los medios de comunicación latinoamericanos informaron de lo que sucedió en realidad, incluso la revista Semana dedicó su portada del domingo a un amplio reportaje con todos los elementos del montaje.
Y por si el silencio sobre la verdad no fuera suficiente elocuente en la prensa española, el domingo día 12, con motivo de las elecciones legislativas en Colombia, en la portada de la web de El País, aparece un especial con un apartado denominado “Album: Situación en Colombia”. En él se repasa la actualidad del país andino durante los últimos días ilustrando cada noticia con una foto. Uno de los elementos informativos es la “Desmovilización de 65 guerrilleros de las FARC” como el siguiente texto: “Una compañía de las FARC integrada por 65 guerrilleros se desmovilizó el pasado 7 de marzo en La Tebaida (Alvarado), ante el Alto Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo. Se trata de la desmovilización más grande de guerrilleros que se ha registrado en Colombia durante el actual gobierno. (REUTERS)”.
Mientras, afortunadamente, la verdad va siendo conocida en todo el continente americano. En España, gracias a prensa como el diario El País y a quienes ingenuamente le crean, habrá ciudadanos que estarán todavía convencidos de que 70 guerrilleros se rindieron en Colombia y entregaron un avión.