Durante largo tiempo hemos escuchado a grandes partidos políticos y medios de comunicación españoles, atacar duramente al presidente venezolano Hugo Chávez por dos hábitos concretos en su política informativa: criticar a algunos medios de comunicación y recurrir a la televisión pública mediante su programa Aló Presidente para explicar sus propuestas y responder a las preguntas de los venezolanos. Recuerdo haber sido calificado de programa de variedades por una periodista de televisión en España. Se decía que Chávez crispaba a la sociedad venezolana y agredía con su estilo verbal a los medios; al tiempo que utilizaba la televisión pública para hacer propaganda mediante un maratoniano programa soporífero diseñado para explotar su ego.
Casualmente estamos asistiendo en España a la estrategia del Partido Popular de embestir con tremenda dureza contra un grupo mediático por unas declaraciones de su presidente, incluso negándose a colaborar con su labor informativa, nada diferente de lo que pudo hacer Chávez contra algunos medios de comunicación venezolanos críticos con su política.
Mientras tanto, en TVE ayer pudimos ver al presidente español Rodríguez Zapatero respondiendo a preguntas de cien ciudadanos y explayándose en sus propuestas e iniciativas, precisamente tal y como hace Chávez en su programa Aló Presidente. Encima se trata de un formato francés por el que ha habido que pagar derechos porque parece que es una idea muy original y vanguardista. Alguien puede responder que la versión española es más plural que la venezolana porque también irá el líder del Partido Popular. Relativamente, porque sólo irán Zapatero y Rajoy, pero ninguno de los candidatos a presidente de los otros seis grupos parlamentarios que hay en el Congreso.
Mira por donde, tanto estigmatizar el gobierno de Chávez en Venezuela para terminar copiando sus broncas con los medios y su Aló Presidente, por la oposición y por el gobierno.