El pasado 31 de julio un colaborador de la BBC publicaba en la web de este medio un reportaje sobre los mercados cubanos de comestibles. Critica que aunque hay normalidad un año después de la enfermedad de Fidel Castro, la vida no ha mejorado e insinúa que el presidente provisional Raúl Castro “podría estar preparando el país para una dosis de reformas económicas al estilo chino", algo que llevan diciendo algunos periodistas desde hace quince años.
El periodista repasa el estado de los mercados campesinos, una de las iniciativas de liberalización económica promovida por Raúl Castro en el periodo especial en los noventa. Visita un mercado de campesinos particulares con precios liberalizados y afirma que “mientras que los almacenes del estado están medio vacíos, en los mercados campesinos hay abundancia. Pero los precios son altos”. El periodista no visita ninguno de esos mercados estatales que dice que están vacíos, de modo que lo hicimos nosotros:
En el mercado estatal de la calle Tulipán, en el barrio de El Nuevo Vedado, a las once de la mañana del cinco de agosto encontramos esto:
Si bien es verdad que a mediados de los años noventa hubo importantes problemas para mantener suministrados los mercados estatales y fue una buena opción crear los mercados campesinos liberalizados donde los agricultores venden parte de su cosecha, la recuperación parcial de la economía cubana ha permitido que los mercados estatales tengan ahora una importante oferta que se mantiene a los largo de todo el día. Aunque los precios de los mercados estatales son altos para los sueldos cubanos, sus precios están limitados por el Estado lo que les convierte en más accesibles para los ciudadanos. Y, precisamente, vacíos no están.