Mucho se está hablando de cómo nos cambiará la vida en el periodo postpandemia. Que si el distanciamiento social, el fin de los actos de masas, el abandono de las ciudades, el teletrabajo… Pero yo quisiera enumerar todos los errores de nuestro modo de vida que han quedado en evidencia. Algunos son muy evidentes, se han señalado mucho y no merecen mayor reflexión, pero otros no tanto. Veamos:
Lo público frente a lo privado: Es evidente que solo el criterio no mercantilista de la gestión de lo público conlleva el mínimo de sentido social y humano para enfrentar una pandemia. La búsqueda de rentabilidad comercial, el ánimo de lucro mediante la especulación y el recorte de los servicios públicos se ha mostrado incompatible con salvar a la humanidad.
La soberanía productiva: Dos meses después del inicio de la pandemia, España sigue siendo incapaz de producir en cantidad suficiente mascarillas higiénicas de material tan barato que apenas cuesten 10 céntimos. Tampoco tenemos ni los reactivos ni los laboratorios para todos los tests de diagnóstico necesarios. Las políticas de limitación de precios no son del todo la solución, porque el problema de fondo es que se trata de productos que no somos capaces de disponer, como las mascarillas. Descubrimos que tampoco contamos con suficientes trabajadores para recoger las cosechas. También podemos comprobar que nuestro gobierno no dispone de una soberanía monetaria para enfrentar la crisis económica que se avecina.