La polémica sobre la representación de Podemos en una tertulia de radio abre un interesante debate sobre el poder de los medios y ciertas legitimaciones o no. Los hechos consistieron en que tras la participación desde hace tiempo de Íñigo Errejón como representante de Podemos en la tertulia semanal del programa Hora 25, de la Cadena Ser, la dirección de Podemos designa como nuevo representante en dicha tertulia a Irene Montero, a quien la cadena de radio del grupo Prisa se niega a aceptar.
Lo sucedido se presenta de dos formas diferentes según interese. Para unos, “Podemos prohíbe a Iñigo Errejón asistir a la tertulia”, es, por ejemplo, la forma en que empezó su columna audiovisual Iñaki Gabilondo en El País, cuya opinión no puede ser otra que la del grupo Prisa. ¿O alguien conoce a algún comentarista o columnista de los medios de ese grupo mediático al que no hayan tirado al discrepar de la línea oficial? La calificación de prohibición no es la más adecuada, entre otras cosas porque Errejón lo ha aceptado y él mismo no ha hablado en esos términos. Aunque la cadena Ser afirma que les había confirmado que la “dirección de su partido ha decidido que no siga”, lo único que sí ha hecho público Errejón es un tuit acatando y apoyando la política de su partido: “Podemos puede elegir sus portavoces. He aprendido mucho en @hora25. Un placer participar cuando toque. Hoy lo importante es otra cosa”.