Una de las formas más evidentes de descubrir la hipocresía de la derecha política y mediática española es comprobar su doble rasero respecto a lo que sucede en América Latina, una región del mundo donde, a diferencia de Europa, hay gobiernos dignos y decentes.
Nuestra derecha llama dictadura y pide la dimisión del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que obtuvo el 50’61% de los votos en las elecciones presidenciales, pero no tiene ninguna objeción al recién aupado presidente de Brasil, Michel Temer, que no le ha votado nadie porque no fue candidato y que, según las encuestas, apenas le apoya hoy el 10%.