Reseña de «La Retirada. Irak, Libia, Afganistán y la fragilidad del poder de Estados Unidos», de Noam Chomsky y Vijay Prashad

151 escaños es la cifra mágica. Son los que necesita lograr Syriza para conseguir la mayoría absoluta que reclama su líder, Alexis Tsipras. Las encuestas conceden a su partido el primer lugar, con una horquilla de ventaja sobre el segundo, el centroderechista Nueva Democracia, de entre 4 y 6 puntos. Dada la prima de 50 escaños para el vencedor de las elecciones, Syriza vislumbra una mayoría absoluta que está peleando «puerta por puerta hasta el último minuto», según ha asegurado Sypras este viernes ante la prensa en su última intervención pública hasta el día de la votación, este domingo.

¿Por qué ha sucumbido una parte tan grande del periodismo ante la propaganda? ¿Por qué la censura y la distorsión se han convertido en una práctica estándar? ¿Por qué es la BBC un vocero del poder rapaz? ¿Por qué engañan a sus lectores el New York Times y el Washington Post?

¿Por qué no se enseña a los jóvenes periodistas a comprender los propósitos de los medios y a cuestionar las pretensiones y las malas intenciones de la falsa objetividad? ¿Y por qué no se les enseña que la esencia de una parte tan importante de lo que se llama medios dominantes no es información, sino poder?

Vivimos en un país donde un ministro de Hacienda (Rodrigo Rato) está acusado de defraudar al fisco 6,8 millones, donde el líder histórico del nacionalismo catalán (Jordi Pujol) y su familia se llevaban el dinero a Andorra.

Está en candelero el conflicto interno en Podemos. Por un lado, es indiscutible que hay muchos sectores interesados en magnificar un debate político y una sana discrepancia para presentarlo como una crisis de partido. Por otro, es verdad que los líderes de la organización -y otras figuras de segundo nivel- no se han caracterizado por la prudencia y discreción.