En lo referente a las diferencias entre los países del Norte y los del Sur, y las políticas económicas dominantes impuestas por instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, una gran mayoría de la población mundial tiene claro los elementos principales. Otro sector, sin embargo, no muestra mayor interés. Por eso abordar de un modo pedagógico las claves de la economía y la deuda externa resulta imprescindible para cualquier ciudadano que tenga la sensibilidad para estar preocupado por la situación del mundo. Es lo que hacen Damien Millet y Eric Toussaint en su libro “50 preguntas 50 respuestas: sobre la deuda, el FMI y el Banco Mundial”.
Ambos lideran el Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM) y mediante este elocuente libro repleto de argumentos aplastantes, diseccionan la situación actual, aportan los datos necesarios, ofrecen los razonamientos adecuados e invitan a la movilización imprescindible. Mediante al formato de plantear 50 preguntas con sus correspondientes 50 respuestas, este libro sirve para dotar de razonamientos y argumentos a quienes ya están concienciados de la insultante injusticia, por un lado, y para despertar la necesaria indignación entre quienes siguen empeñados en mirar para otro lado.
El texto recorre los orígenes de la deuda externa, un dinero prestado a los países pobres que se destinó durante décadas en construir infraestructuras impuestas por las multinacionales, en compra de armamentos para la represión masiva y en beneficio de gobernantes corruptos. La crisis de la deuda y el aumento de las tasas de interés provocó que los países del Sur se encontraran de un día para el otro con la obligación de pagar tres veces más de lo calculado. En sus páginas se nos descubre cómo funcionan las instituciones financieras internacionales, cómo son controladas por los países ricos, una especie de un voto, un dólar. Se describe cómo se utiliza la deuda para castigar o premiar a los gobiernos que aceptan el dominio neoliberal y cómo su control de la economía de muchos países pobres impide cualquier política soberana de sus gobernantes. En muchos casos, la deuda es tan enorme que los nuevos préstamos tienen que utilizarse íntegramente al pago de la deuda, nada queda para el desarrollo del país y el sistema de la deuda y de dominación se perpetúa indefinidamente .
El libro nos explica los casos históricos en los que se produjo una cancelación de la deuda, en alguna ocasión incluso de forma unilateral, para empezar fue Estados Unidos quien tras constituirse como país repudió tranquilamente su deuda con Inglaterra.
Esta obra desvela también elementos muy esclarecedores. Por ejemplo, el por qué los gobiernos del Sur no se rebelan y siguen pagando una deuda injusta que les impide el desarrollo a sus pueblos. Y es que “con frecuencia esos gobiernos han recibido apoyo financiero y logístico considerable durante sus campañas electores y, una vez en el poder, promueven los intereses de sus preciados protectores”. Incluso muchos de estos funcionarios de finanzas de los países del Sur son graduados en las más “distinguidas escuelas de negocios o universidades del Norte”.
Damien Millet y Eric Toussant nos ofrecen los argumentos morales, políticos, económicos, legales, medioambientales y religiosos a favor de la cancelación de la deuda externa. ¿Se puede pedir más?
Sinceramente, al terminar de leer este libro, uno tiene la sensación de que quien no apoye la lucha por la anulación de la deuda externa es, simple y llanamente, un miserable.
En Cuba fue publicado por la editorial Oriente bajo el título: “¿Quién le debe a quién? 50 preguntas sobre la deuda externa en el mundo”. www.cubaliteraria.com
50 preguntas 50 respuestas: sobre la deuda, el FMI y el Banco Mundial
Damien Millet y Eric Toussaint. Icaria. Barcelona 2004 http://www.icariaeditorial.com/
