A lo largo de noviembre y diciembre de 2010, la televisión pública italiana RAI 3 emitió una serie de nueve capítulos denominada Vieni via con me (Ven conmigo). La presentaban el periodista Fabio Fazio y el escritor y columnista Roberto Saviano, y todos los lunes batió récord de audiencia con diez millones de espectadores, superando a Gran Hermano y la Champions League. Saviano protagonizaba monólogos de diez minutos. Aunque muchos jóvenes españoles no se lo imaginan, los monólogos pueden no ser de humor. Vieni via con me demostró que los italianos estaban por encima del modelo berlusconiano de televisión que les habían impuesto. Los monólogos de Saviano continuaron su éxito colgados de internet y después en formato libro con medio millón de ejemplares vendidos en el primer mes.
Ahora llega traducido a España y encontramos a un Roberto Saviano que me hace recordar a Kapuscinski: magnífica prosa con talento periodístico para detectar lo interesante, humanidad para incorporar valores, y rigor con el dato y la información precisa.
Los nueve capítulos de Ven conmigo son todo un discurso moral de regeneración política, precisamente lo que más necesita Italia, y me temo que España y el resto de Europa. Y no sólo de regeneración de la política, también de la televisión y quizás del periodismo en general, a pesar de que Saviano no es de formación académica periodística -estudió filosofía-, o precisamente por eso. El capítulo de “La máquina del fango” es una obra maestra de la llamada a la decencia, al compromiso con lo público, a la defensa de las instituciones y de la democracia.
Sin duda la mejor forma de celebrar la salida de Silvio Berluconi del gobierno italiano es leer Ven conmigo. Aunque si lo hacemos pensando en Il Cavalieri se debía titular como el bolero de los hermanos Espósito: Vete de mí.
Roberto Saviano. Vente conmigo. Traducción de Francisco J. Ramos Mena. Anagrama, 2011