El pasado 15 de diciembre aviones de combate estadounidenses dispararon misiles crucero en las provincias de Sana’a y Abyan, en Yemen. El resultado fue de 60 civiles muertos, 28 de ellos niños. Pocos días antes, el diario Yemen Post dio a conocer fotografías de los cazas norteamericanos que bombardeaban una de estas provincias, se llegaron a identificar veinte incursiones con ataques en un mismo día. Desde el pasado mes de agosto los habitantes de la región han contabilizado unas treinta jornadas de ataques.
Nada de eso fue noticia, Yemen sólo ocupó las portadas de la prensa cuando el joven nigeriano de 23 años Umar Faruk Abdulmutallab, intentó detonar sin éxito una bomba el día de Navidad en el vuelo de Northwest Airlines con destino a Detroit procedente de Ámsterdam. La madre de Umar Faruk es yemení y Estados Unidos acusa a organizaciones armadas de ese país de estar detrás del intento de atentado. Entonces supimos que existe Yemen.