Lo siguiente es un ejemplo de cómo los periodistas en demasiadas ocasiones se tragan lo que les cuenten sin ninguna capacidad ni esfuerzo de análisis ni contraste. En la visita del presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, al estadounidense, Barack Obama, el pasado mes de octubre, el primero le regaló una edición facsimil de las Capitulaciones de Santa Fe. Por error, alguien del equipo de comunicación de Moncloa, el palacio presidencial español, difundió entre la prensa que el objetivo era conmemorar el 400 aniversario de la ciudad de Santa Fe, fundada en 1610 por Pedro de Peralta, tercer gobernador de la provincia de Nuevo México, y así lo difundieron los periodistas en sus medios, desde la agencia Efe a Europa Press y muchos de los medios suscritos a ellas.
Pues bien, las Capitulaciones de Santa Fe son el documento firmado el 17 de abril de 1492 en la localidad de Santa Fe, en la provincia española de Granada, por los Reyes Católicos y Cristobal Colón, por el cuál este último era nombrado almirante y virrey de las tierras que descubriera. El término capitulaciones hace referencia a un contrato firmado entre los monarcas y un particular. Es decir que nada tiene que ver con la Santa Fe de Nuevo México.