El apasionamiento que vive la sociedad catalana, e incluso la totalidad de españoles, en torno a la iniciativa de referéndum para la independencia promovida por el Gobierno catalán se refleja también en los medios. Las acusaciones de parcialidad, en muchos casos fundadas, han circulado en las dos direcciones. Y cuando no se les señala por parciales, se denuncia la equidistancia, algo también estigmatizado en tiempos de confrontación, como le sucedió al director de Salvados, Jordi Évole. El escritor catalán Víctor del Árbol ha llegado a afirmar que “el insulto de moda es llamarte equidistante”. El periodista Carles Francino también ha roto una lanza a favor de la equidistancia. No se refieren a la equidistancia del periodismo que no se quiere mojar y se sitúa entre dos versiones de un hecho insinuando que en ese punto se encuentra la verdad, lo cual es falso. Creo que los valores y la no neutralidad en el periodismo son algo necesario si buscas una sociedad mejor, pero proscribir los matices, los grises y exigir que el periodismo sea blanco o negro, no es la solución.