Para algunos nos encontramos ante la modernización de una izquierda que deja atrás discursos añejos de clase social, sindicalismos y proletariados. Pero otros pensamos que quizás estemos ante una peligrosa deriva por la que una nueva izquierda, joven, cosmopolita y moderna, abandona luchas históricas para apuntarse a frivolidades o simplemente convierte esas luchas históricas en anécdotas y trivialidades. He recogido varios ejemplos curiosos que muestran la deriva que acabo de comentar, alguien puede argumentar que son solo tuits y poco más, no un programa elaborado políticamente.
Es verdad, pero son tuits o declaraciones de los dirigentes o de las propias organizaciones, o incluso desde las instituciones que gestionan, y todos sabemos que esos tuits, hoy, suponen la forma más popular y hasta solemne de posicionarte ante la realidad y ante su electorado. Por tanto, no son anécdotas son, quizás, la prueba más evidente de una izquierda y unos líderes desorientados (o licuados) y que todavía más desorientan a los ciudadanos.
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