Hace unos meses, Miguel Mora, el director de Contexto, publicaba un artículo con el siguiente titular: Diez motivos por los que el director de CTXT es un grandísimo hijo de puta. ¡El quinto te sorprenderá! Evidentemente se trataba de un titular provocador con el que Mora pretendía mostrar un formato tan provocador como absurdo para conseguir que los lectores pincharan en el vínculo de la información. Y es que si en el periodismo de papel el titular era importante para enganchar al lector, en el periodismo digital todavía lo es más. Y lo es por varias razones. En primer lugar, porque en el periodismo de papel, el paso del titular al texto consistía simplemente en bajar unos centímetros nuestro punto de mirada, en cambio, en el medio digital es necesaria una acción más activa del lector: debe pinchar en el titular. De ahí que ahora no se busca incorporar la máxima información en el titular, como hacíamos antes, de lo que se trata hoy es de crear la expectación necesaria para que el lector necesite clickar. Incluso hasta se puede omitir el verbo de acción del titular como en estos casos: El médico que exige un millón a una paciente por criticarle en Facebook, La entrañable actuación de Alfred de pequeño con la que ha anunciado que cantará con David Bisbal. La entrañable actuación, ¿qué? ¿qué pasa con la entrañable actuación? ¿la veremos si pinchamos? En este otro titular, La portada de la revista ‘L’Espresso’ que “no puede explicar mejor” el racismo del Gobierno italiano, se limitan a a insinuarnos que pinchemos para ver esa portada, y fue el más leído en la web de Público el 19 de junio.