El pasado 5 de octubre el senador republicano de Florida Connie Mack, logró añadir en la versión final de la "Ley contra el tráfico y la violencia a la mujer" una propuesta de legislación que permite el pago de 111.400.000 dólares congelados en bancos norteamericanos a los familiares de los pilotos de la organización anticastrista Hermanos al Rescate. Ese dinero es el que adeuda Estados Unidos a empresas cubanas por servicios de telecomunicaciones en el periodo de 1966 a julio de 1990.
El añadido anticubano fue aprobado también en el Senado el 11 de octubre al ir incluido en un paquete legislativo que abordaba cuestiones de interés vital para importantes y amplios sectores de la sociedad norteamericana que difícilmente podían ser contestadas por los senadores. El epígrafe de los anticastristas se introdujo así estratégicamente en una progresista legislación de protección a las mujeres sin el conocimiento de varios miembros del Comité de Conferencia, sin que las versiones previamente aprobadas de estas leyes, tanto en la Cámara como en el Senado, incluyesen referencias a lo que insertó el congresista republicano, y sin el apoyo de muchos legisladores que durante varias semanas discutían en el Senado el proyecto de "Ley de Justicia a las Víctimas del Terrorismo". Ahora ya sólo está pendiente de la aprobación presidencial para que se convierta en ley.
El desvío millonario se razona en la sentencia de un juez de Miami que fijó una indemnización compensatoria de 137.700.000 millones para los familiares de los pilotos de Hermanos al Rescate que invadieron el espacio aéreo cubano y fueron derribados por la aviación cubana.
El hecho ha sido calificado de extrema gravedad por muchos juristas al crearse el grave precedente de apropiación de fondos de un Estado extranjero para beneficiar a sectores privados estadounidenses. Se trata incluso de una decisión perjudicial incluso para los Estados Unidos al perder el propio gobierno el control de fondos extranjeros congelados en territorio norteamericano.
