Meses después de las elecciones presidenciales colombianas la prensa continúa con el discurso de que el candidato y ahora presidente colombiano Juan Manuel Santos tuvo un apoyo abrumador en las elecciones del pasado junio. El País afirmaba el 20 de ese mes que “se convirtió el domingo en el presidente más votado de la historia de Colombia. Nueve millones de sufragios (69%)…”. Y El Mundo hablaba de “arrolladora victoria” (20-6-2010).
Si ya silenciaron la abstención (56%) en las crónicas electorales de entonces, mucho más lo siguen haciendo en las informaciones que iremos recibiendo de Colombia ahora. El 7 de agosto, con motivo de la toma de posesión, la corresponsal de El País volvía a repetir que el nuevo presidente Santos tiene “un respaldo que ronda el 75%”. Y El Mundo reitera lo de que se trata del “presidente más votado de Colombia” (7-8-2010). Por eso es bueno precisar que lo que llaman “apoyo abrumador” fue que, teniendo que optar sólo entre dos candidatos en la segunda vuelta, de 29.983.279 colombianos convocados a las urnas, 9.028.943 son los que votaron a Santos, menos del 30 %. Una cifra que no se parece en nada al 75 % proclamado por la prensa. Si al presidente más votado de la historia de ese país le apoyan menos de uno de cada tres colombianos nos encontramos antes una triste prueba de la mala calidad de su democracia.