Para cuando esta columna sea pública ya se sabrán los resultados electorales de las elecciones presidenciales estadounidenses. Me he dado cuenta de que eso no afecta nada a lo que yo pueda escribir, en realidad lo que sucede es que ese resultado apenas cambia la gran política estadounidense. Mi novedad es que, durante esta campaña, no sé por qué razón he estado recibiendo en mi correo electrónico un bombardeo constante de publicidad electoral de la candidatura de Trump y, en lugar de denunciarla como spam, no he podido evitar la tentación de ir observando lo que iba diciendo.
La publicidad la envía el Comité Trump Make America Great Again, un comité conjunto de recaudación de fondos autorizado y compuesto por Donald J. Trump for President, Inc. y el Comité Nacional Republicano. Lo primero que uno observa después de leer decenas de correos es que ellos nunca piden tu voto, ni siquiera es que lo den por seguro y entonces se dirijan a ti para solicitarte que convenzas a la gente de tu entorno. Los comités electorales lo que piden es dinero, de hecho se llaman comités de recaudación. Y piden dinero porque saben que el dinero, en la medida en que supone más presencia mediática, más merchandising, más recursos, es más efectivo para conseguir votos de forma masiva que apelar al insignificante voto de cada uno.
Que en un sistema político los candidatos compitan por el voto de los ciudadanos supone dotar de un poder igualitario a todas las personas en la medida en que todas tienen lo mismo, un voto. Si el objeto de deseo del político no es tu voto sino tu dinero, quiere decir que unos ciudadanos serán más poderosos que otros en la medida en que ofrezcan más dinero, o que tu no sirvas ni tengas ninguna relevancia porque tu dinero y tu voto es nada comparado con el poder que le otorga al candidato una alta suma de dinero de otros.
Lo siguiente que descubrí fueron los argumentos ridículos e infantiles de la campaña electoral, que nos recuerdan a los vendedores de los crecepelos que vociferaban desde una carreta en las películas del Oeste. Una de sus estrategias, al estilo de las campañas comerciales, es que solo tienes hasta las doce de la noche para dar X dinero a la campaña de Trump. Pero si llega esa hora y ya no puedo dar dinero quién perderá será Trump, que se quedará sin él, no yo. También intenta hacerte creer que formarás parte de un grupo selecto de elegidos, por ejemplo, proponen que, por 45 dólares, puedas pertenecer al “primer círculo familiar de Trump”. O que Trump se pueda fijar en ti: “Quiero saber quién estuvo conmigo durante este momento crucial. He pedido ver una lista de TODOS los patriotas que se unen para ayudarnos a alcanzar nuestra meta de $ 2,000,000 antes de las 11:59 p.m. ESTA NOCHE. Espero ver tu nombre. Contribuye HOY con $ 45 a nuestro Fondo Oficial Trump y súmate a la lista de Patriotas que me entrega mi equipo». O lo cuentan así: «Estamos enviando directamente a la oficina del presidente Trump la lista final de donantes y no queremos entregarle otro documento sin su nombre». El mensaje lo presentan con una foto de Trump revisando papeles y el mensaje: «Su nombre podría encabezar esta lista!».
Otra estrategia comercial es decir que tu donación será replicada en un 800%, es decir, el dinero que tú dones se verá multiplicado por ocho, no se sabe bien con qué otro dinero o de dónde procederá. La publicidad, por si sus votantes no son muy de multiplicar, les proporciona una tabla: tus 5 euros serán 40, tus 50 serán 400, tus 10 serán 800, etc. En algunas ocasiones está opción es un privilegio que solo tú podrás disfrutar agraciado por la suerte: “¡FELICIDADES! ¡Has ganado el Trump Patriot 800% -MATCH! Cada semana, el presidente Trump selecciona a uno de sus MEJORES seguidores para recibir un exclusivo 800% -MATCH , y esta semana, es USTED”. De modo, que habrás tenido la fortuna de poder darle dinero a Trump para su campaña. O debes darte prisa para poder aspirar a esa gran oportunidad: “Esta oferta solo está disponible para ti durante las PRÓXIMAS 2 HORAS, amigo. Después de eso, caducará y su oferta coincidente no será válida. Contribuya con CUALQUIER CANTIDAD en las PRÓXIMAS 2 HORAS y su regalo será automáticamente 800% COMBINADO».
Creo que estos curiosos ejemplos nos pueden servir para conocer cómo se elije al presidente de Estados Unidos (afortunadamente ya no tiene mucho sentido dirigirse a ella como “la nación más poderosa del mundo”). Quizás ahora cuando asistamos a una campaña electoral estadounidense solo veamos a un charlatán subido en una carreta vendiendo crecepelos a unos pobres ignorantes en una película del Oeste.