Afortunadamente, voces críticas como las del periodista Pascual Serrano (Valencia, 1964) señalan el daño y defienden el periodismo a capa y espada, tanto en el campo de batalla del periódico (pasó por ABC, Público, Le Monde diplomatique, Diagonal…) como desde la trinchera del libro y la publicación (Periodismo y crimen. El caso Venezuela 11-04-02, Medios violentos. Palabras e imágenes para el odio y la guerra, Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo, El periodismo es noticia. Tendencias sobre comunicación en el siglo XXI, Traficantes de información. La historia oculta de los grupos de comunicación españoles, Periodismo canalla. Los medios contra la información…). Después de todo, es periodismo e información… y libertad.
Tengo la impresión de que algunos periodistas, en la actualidad, son media-workers, mientras que los periodistas clásicos son ya un grupo residual. Por lo tanto, ¿es posible que para el periodismo actual sean más necesarios trabajadores que se limiten a escribir lo que les dicen? Sé que estoy generalizando, pero…
No es que el periodismo necesite ese tipo de periodistas, es el sistema de productividad impuesto por muchos medios: noticias urgentes, breves, sin compromiso, superficiales, que se basen en un corta y pega de declaraciones. Quizás optar por ese formato puede ayudar a entender por qué muchos medios escritos se están hundiendo.