El anuncio de Más Madrid de presentarse a las elecciones generales del próximo 10 de noviembre ha generado unas reacciones que solo se explican desde la contaminación que los formatos mediáticos han generado en la sociedad. Me explico. Nuestro sistema informativo ha desarrollado un ecosistema dominado por la fascinación por la novedad, la inmediatez, el personalismo y la superficialidad. Los temas importantes deben ser nuevos, para usar ahora mismo, con cara famosa y no hace falta profundizar mucho. En una sociedad suficientemente madura democráticamente, una propuesta política debería ser todo lo contrario: un proyecto preparado con antelación, con un programa elaborado, debatido por un colectivo y que analizara y explicara en profundidad la situación de la sociedad y desarrollara alternativas.
Lo de Errejón es la antítesis de todo ello. Es un producto que se ajusta perfectamente a la cosmovisión mediática: un partido nuevo, que lo consumiremos (podremos votarlo) dentro de un mes, representado por una persona, sin programa político, sin militantes fuera de la Comunidad de Madrid, sin estatutos estatales.