Tras el debate generado el pasado mes de febrero por los sueldos y vacaciones de los diputados, el presidente del Congreso, José Bono, reaccionó esgrimiendo como argumento el costo del fichaje del futbolista Ronaldo: “El vigente Presupuesto, con el que se pagan los sueldos y gastos del Congreso, es exactamente cuatro millones más de lo que supuso el último fichaje estrella de la Liga española” (El País 10-2-2010). No sé qué pretendía insinuar Bono con la comparación, si denunciar que los futbolistas cobran mucho o que los diputados cobran poco. Supongo que lo segundo, porque nada dijo del sueldo de Ronaldo cuando firmó el contrato semanas antes.
En cualquier caso su argumentación me dejó mucho más inquieto, porque hay algo peor que una sociedad que dedique sueldos millonarios a sus representantes: que destine a un futbolista una suma igual a la suma de todo el presupuesto del Congreso. Sin embargo, mira por donde, eso es un argumento del presidente del Parlamento para defender el status quo.