Dos ejemplos de la forma en qué informan en España de Bolivia y Evo Morales. El País cuenta el 2 de mayo que Evo Morales ha decretado la nacionalización de la energía eléctrica, lo que supondrá “rebajar en un 20 % las actuales tarifas del servicio eléctrico”. Según el periódico, como respuesta a esa decisión, se han producido protestas ciudadanas “que reflejan el descontento ante la caída del poder adquisitivo y el alza general de los precios”. Lógico, ¿ verdad? Baja el 20 % el precio de la electricidad y la gente sale a la calle para protestar por el alza de los precios.
Tres días después (El Mundo, 5-5-2010) leemos la noticia “Le roban a Evo Morales el auto presidencial que le regaló Hugo Chávez”. En el texto se dice que “el vehículo era uno de los 16 Toyota Land Cruiser donados a la presidencia boliviana por Chávez a fines del 2008, en el marco de una estrecha cooperación entre el líder venezolano y el mandatario indígena altiplánico”. Es decir, una cooperación entre el estado de Venezuela y el de Bolivia la convierten en un coche que regala Chávez a Morales. Por cierto, el mismo diario reconoce que “el todoterreno estaba asignado a servicios administrativos de la presidencia boliviana”.
Es evidente que con informaciones así todos los días, es imposible conocer la realidad de Bolivia. De eso se trata, de tener presencia en los medios sin que los lectores sepan lo que sucede.