El mero anuncio de Jordi Évole de que iba a entrevistar al cantante Miguel Bosé para su programa en La Sexta levantó una polvareda en torno a si respondía a una buena praxis periodística darle protagonismo a un personaje que se ha caracterizado por un negacionismo respecto a la Covid tan poco fundado como responsable de contagios y muertes.
En realidad es un debate de largo recorrido si es oportuno o no entrevistar y permitir que se exprese a alguien cuyas ideas, de forma más o menos mayoritaria, se consideran inapropiadas, perniciosas o incluso peligrosas. La discusión se puede ampliar a cuando es un sector ideológico el que rechaza sistemáticamente el acceso del otro sector a los medios o, simplemente, denuncia un excesivo protagonismo.