Página personal del Periodista Y Escritor Pascual Serrano

Izquierda y Euskadi

Hace unas semanas, el siempre brillante Javier Ortiz reflexionaba sobre todas las cuestiones y problemáticas que había dejada de tratar en sus escritos y columnas por abordar el conflicto de Euskadi. Son cada vez más los intelectuales que perciben que el "tema Euskadi" está desplazando de la agenda informativa y política, cuestiones y problemas importantes. Recuerdo con indignación cómo se vivió la transición española en Valencia, donde yo vivía entonces. Mientras todo el país debatía cuestiones como los Pactos de la Moncloa, la legalización del PCE o la Constitución española, los valencianos estaban entregados el estéril y agotador debate sobre los colores de la bandera (franja azul o no) o la denominación de su comunidad autónoma (País Valenciá o Regne Valenciá). Estoy convencido de que la oligarquía política y económica del lugar disfrutaba de cómo podía seguir operando a sus anchas en una sociedad que se entregaban al fragor del debate sobre el sexo de los ángeles.

Salvando las distancias -el conflicto de Euskadi es importante y sufre el coste de muertes y represión-, tengo la sensación de que serán muchos los poderosos que estarán satisfechos de la gran cantidad de energías que la sociedad española dedica, no a Euskadi sino a su debate sobre la autodeterminación, en detrimento de cuestiones como la inmigración, la siniestrabilidad y la precariedad laboral, el panorama de los medios de comunicación, el conflicto Norte-Sur o la violencia doméstica. Cualquiera de estos temas tiene un coste mayor en vidas humanas que el terrorismo de ETA y, en cambio, muchas menos presencia en los medios de comunicación, menor presupuesto para abordarlo y menor atención por los partidos políticos y las organizaciones sociales.

Sin duda, el gobierno ha encontrado en ETA y en sus acciones armadas el mejor tema para desplazar asuntos de igual o mayor trascendencia en los que podía encontrar un mayor consenso opositor, la justificación necesaria para hipertrofiar los cuerpos de seguridad y el argumento para buscar adhesiones al poder establecido. En el otro bando, el independentismo está consiguiendo ser el catalizador de movimientos y rebeldías que desplazan luchas de clase hacia luchas estrictamente de independencia vacías de elementos de justicia social y de enfrentamiento al poder económico establecido.

La izquierda debe encontrar su lugar en esa coyuntura. Y su lugar no puede ser otro que la lucha de clases, su patria no puede ser ni la española de Mayor Oreja ni la vasca de Otegi o Arzalluz. La izquierda debe mirar a Euskadi no como a un lugar donde se lucha por la independencia, sino donde, al igual que en el resto del mundo, los trabajadores deben luchar por sus derechos, los inmigrantes por su legalidad, las mujeres por la igualdad y la sociedad en su conjunto por la defensa de una auténtica democracia política soberana del poder económico, vasco, español o donde quiera que sea. Es decir, ese País Vasco que no aparece ni en los medios de comunicación, ni en las declaraciones de los gobernantes (españoles del PP o vascos del PNV), ni en los comunicados de ETA.

 

Please follow and like us:
Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Configurar y más información
Privacidad