Raúl Castro ha comenzado a cumplir su promesa de eliminar algunas prohibiciones que han dejado de estar justificadas con la mejora de la economía cubana. Una de ellas era la comercialización de electrodomésticos que podían colapsar el sistema eléctrico, fuertemente subsidiado por el estado.
"Basado en la mejoría de la generación eléctrica que muestra el país, se ha aprobado por el nivel superior de dirección del mismo la comercialización de algunas líneas de equipos cuya venta estaba prohibida", dice el documento que circula entre gerentes del sistema minorista estatal de tiendas en moneda convertible.
Tras la renovación total del sistema de generación y distribución de electricidad, los apagones ya son prácticamente parte del pasado, es por ello que las autoridades han pensado en que es el momento de eliminar trabas a las adquisiciones. De forma que el Gobierno de Cuba autorizó liberar la venta de computadoras, reproductores de DVD y otros equipos como hornos de microondas, según un memorando al que Reuters tuvo acceso.
Los analistas coinciden es que es la primera señal de que el nuevo presidente Raúl Castro cumpliría su promesa de eliminar algunas de las muchas prohibiciones que afectan la vida cotidiana en la isla y mejorar el acceso a bienes de consumo.
El memorando incluye, además, televisores de 19 y 24 pulgadas, reproductores de video, ollas eléctricas a presión, bicicletas eléctricas y alarmas para automóviles.
Raúl Castro había anticipado las medidas al suceder el 24 de febrero en el poder a su hermano Fidel.
El documento establece una segunda categoría de productos que serán vendidos libremente a partir de abril del 2009, siempre y cuando la oferta de electricidad lo permita. La lista incluye equipos de aire acondicionado, de gran demanda en este país tropical, calentadores de agua y duchas eléctricas. Una tercera categoría saldrá a la venta a mediados del 2010, incluyendo hornos, cocinas y tostadores eléctricos.
Hasta ahora algunos de esos productos, como los frigoríficos, los televisores, aires acondicionados o los sistemas de cocción eléctricos se podían conseguir mediante sustitución subvencionada por los antiguos. Se trataba de una campaña destinada al ahorro energético puesta en marcha por miles de trabajadores sociales. Ahora se podrán también comprar en el mercado libre.