No sé si fue hace quince o veinte años cuando conocí a Manuel Fernández-Cuesta. Vivía entonces en Milán y cada vez que llegaba a Madrid repasábamos la actualidad pública de la política y la privada, Manuel, Mariano Asenjo –por entonces redactor-jefe de Mundo Obrero– y yo. Los tres con la complicidad de quienes se sentían libres y a nadie nada debíamos. Luego Manuel dejó Italia y vino a Madrid y acabó sustituyendo a Mariano al frente de Mundo Obrero. De Milán a jefe de Mundo Obrero, y seguía sintiendo y diciendo lo mismo.
También te puede interesar
A pocas semanas de su llegada a las librerías y a pesar de disponer de grandes cantidades en los departamentos de libros de El Corte Inglés, la dirección de los grandes almacenes parece haber dado instrucciones de retirar el libro de Alfredo Grimaldos, “Zaplana. El brazo incorrupto del PP”.
En el tercer aniversario de la muerte de Eva Forest. La pérdida de Eva Forest y los días precedentes mi pillaron en Caracas y en Cochabamba, en unas jornadas internacionales sobre comunicación organizadas por Telesur y en un encuentro de la Red en Defensa de la Humanidad.
INTERNACIONAL Romper la tregua La edición digital de El Mundo del 10 de junio titula «Hamas rompe la tregua y reivindica el […]
Parece que la historia se repite. Hace más de 16 años, en abril de 2002, asistimos al apoyo de la UE y de sus medios de comunicación a un golpe de Estado en Venezuela. No triunfó y ahí quedaron en las hemerotecas las vergonzosas pruebas de aquel golpismo auspiciado por Estados Unidos y España. Los medios, como presuponen poca memoria en las audiencias, y tras años de laborioso trabajo de zapa, vuelven a legitimar un nuevo golpe de Estado en Venezuela.