En Estados Unidos gana las elecciones presidenciales Donald Trump, el candidato racista apoyado por el Ku Klux Klan. El mundo no sale de su asombro, no estaba previsto algo parecido. En los países de Oriente el fundamentalismo religioso no deja de ganar apoyos, algo que tampoco era predecible. Hubo un tiempo en que el espectro geopolítico se dividía entre socialismo y capitalismo, entre izquierda y derecha. Pero cayó el muro de Berlín y vino el fin de la historia (decían).
El capitalismo, y su versión globalizada de neoliberalismo, se proclamaba victorioso y comenzaba la misión de erradicar cualquier atisbo de comunitarismo, conciencia de clase, sindicalismo, movimiento obrero, lucha contra la explotación… Todo fuera, llega un tiempo nuevo, ahora solo nos ocupamos de palabras bonitas como emprendedores, competitividad, economía emergente, deslocalización, flexibilidad laboral, impermeabilización de fronteras, libre comercio…