Como era de esperar, se ha organizado un cierto tumulto por la propuesta de Pablo Iglesias de vetar que los bancos sean accionistas de medios de comunicación. Y como también suele ocurrir en estas ocasiones, las reacciones nos aportan muchas pistas. Numerosos directivos de medios y políticos de derecha han reaccionado airados acusando a Podemos de atentar contra la libertad de expresión y desempolvando ese mantra de que la izquierda quiere controlar los medios y la prensa.
Lo que uno no entiende es por qué donde hay un banco propietario de un periódico, una radio o una televisión ellos ven libertad de prensa o de expresión. O, si le damos la vuelta, cómo creen que controla la información Podemos si consiguiesen que un gran banco no fuese dueño de televisiones. A no ser que todos esos defensores sean, de alguna manera, parte de los que trabajan no tanto para esos medios, sino para esos bancos.