Mientras el Banco Central Europeo redujo los tipos de interés del dinero que presta a los bancos al mínimo histórico del 1,5 por ciento y el euribor, el interés al que las entidades financieras se prestan dinero en el mercado interbancario del euro, bajó al 2%, los bancos, cajas de ahorros y establecimientos financieros de crédito, estaban cobrando una media de un 11,55 por ciento TAE por la concesión de un nuevo préstamo al consumo, cuando un año antes pedían un 10,55%.
Lo curioso es que ese dinero que prestan en condiciones de insultante usura es nuestro, el sector ha recibido de los estados financiación por 1’5 billones de euros en los países del G-20, además de los avales que garantizan sus operaciones con el dinero de todos.
En España esas ayudas, desgravaciones fiscales y avales, junto con el margen de ganancia por la diferencia de interés entre el dinero que reciben y el que nos prestan, es el que permite que los sueldos de los ejecutivos de banca hayan subido un 19’6 %. Así, por poner algunos ejemplos, el presidente del BBVA, Francisco González, tiene un sueldo de 8’64 millones euros y un plan de pensiones de 72’5 millones de euros, no muchos más que el consejero delegado del mismo banco, José Goirigoizarri, con un sueldo de 7’1 y un plan de pensiones de 52’5. En el caso del Santander, su presidente, Emilio Botín, cuenta con una pensión de 22’9 millones de euros más 38’9 millones por el Consejo del Santander. A su hija Ana Patricia Botín no le debe ayudar mucho económicamente porque, como presidenta de Banesto, tiene un sueldo de 3’67 millones más los 21’7 del plan de pensiones.
Esos ejecutivos y banqueros que han provocado la crisis se siguen burlando de los ciudadanos cada día que pasa. Mientras conocemos los multimillonarios rescates bancarios con dineros públicos, en Munich se inauguraba en octubre de 2008, con gran éxito de asistencia, la Feria de Millonarios, donde encontramos un teléfono móvil que se vende por 178.000 euros, una almohada adornada con diamantes por 300.000 euros, cigarros envueltos en oro, el último Ferrari, el mayordomo perfecto, yates, casas de caviar y champán… Esos días se conoció que el dueño de la inmobiliaria española Fadesa se adjudicó a su cuenta personal 139 millones de euros de la empresa antes de declarar la suspensión de pagos, que los ejecutivos de la aseguradora AIG se fueron una semana de vacaciones gastándose un total de más de 440.000 dólares alojándose en un hotel de California que cuesta mil dólares por noche, tras recibir los 85.000 millones de dólares del rescate del gobierno estadounidense. La división aseguradora del desaparecido Fortis, cuyos restos fueron comprados a precio de saldo por BNP Paribas, se gastaron 150.000 euros en una cena en el prestigioso restaurante Louis XV del hotel monegasco de Paris Monte-Carlo, el más caro de todo el Principado. Aunque la crisis es básicamente financiera y del sector de la construcción, un estudio señalaba que los directivos de las entidades financieras tienen un salario medio de entre 80.000 y 250.000 euros y los de las promotoras o constructoras entre 100.000 y 240.000 euros. Estos sueldos, según el estudio, sólo son superados por los socios de los despachos de abogados.
En nuestra sociedad, los “expertos” más jaleados en economía han sido como los brujos de las tribus salvajes que advertían de una terrible sequía dos semanas antes de que el poblado se inundara por unas torrenciales lluvias, y a pesar de eso seguían considerados como los sagrados adivinos cuando dejaba de llover.
Muchos hemos llegado a la conclusión de que en este siglo XXI leer buenos –y decentes- libros de economía es tan importante como los de supervivencia si se va a una isla desierta. Para poder comprender cómo han logrado llevarnos a esta situación el catedrático de economía Juan Torres López, en colaboración con Alberto Garzón Espinosa, ha publicado el libro "La crisis financiera. Guía para entenderla y explicarla". Un libro con el fin de divulgar de la forma más sencilla y resumida posible lo que está pasando en la economía mundial, y su intención es dotar de herramientas útiles a aquellas personas que estén interesadas en poder entender y explicar la crisis actual. Está editado por ATTAC-España y se puede adquirir escribiendo al correo altereconomia@altereconomia.org. Una vez leído, el siguiente paso es salir a la calle.