Hace unos días la diputada del grupo socialista, aunque independiente, en el Parlament catalán Beatriz Silva, difundió en Twitter las preguntas y quejas sobre TV3 que había presentado anteriormente de forma oficial a la CCMA (Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals), el organismo dependiente de la Generalitat del cual dependen los medios públicos catalanes.
Sus tuits generaron la protesta del periodista de los servicios informativos de TV3 Nicolás Valle, lo que inició un debate sobre la oportunidad y legitimidad que tenían los representantes públicos para criticar las informaciones de los medios públicos o si, por el contrario, era una injerencia inapropiada en la profesionalidad de los periodistas.
La diputada Silva, que por cierto es de profesión periodista, preguntaba, entre otras cosas, «¿Por qué TV3 despliega equipos y drones para cubrir el ascenso a cuatro montañas de la actividad ‘Cims per la llibertat’ y es incapaz de desplegar una unidad móvil para la manifestación de médicos de atención primaria frente al Parlament?». Pregunta que, según señalaba, no había obtenido respuesta por parte de la CCMA.