Algunos ejemplos muestran cómo el periodismo actual es meramente declarativo de fuentes interesadas, sin que el periodista busque la verdad desde su propia independencia. El 25 de noviembre la corresponsal de TVE en Haití afirmaba que el 80 % de la atención médica contra el cólera en este país es llevada a cabo por la ONG Médicos sin Fronteras1. El colectivo de solidaridad con Cubainformación realizó un vídeo de análisis de la citada crónica titulado “El mundo no debe saber que el 40 % de la atención médica contra el cólera en Haití es cubana”2, que fue emitido, además de por la citada Web TV (www.cubainformacion.tv), por el noticiero de la Televisión Cubana.
En la respuesta a los correos electrónicos de protesta, la Defensora del Espectador de TVE justificó el tratamiento informativo afirmando que “se ajusta a la buena práctica periodística”, ya que “la enviada especial ofreció los datos de los que disponía en ese momento”. En concreto, afirma que “los únicos datos existentes eran los ofrecidos por MSF (Médicos sin Fronteras) que aseguraban estar soportando el 80% de la atención sanitaria”. Según la defensora, la omisión de la solidaridad médica cubana no fue intencionada y anunció una amplia entrevista al responsable de la misión médica cubana en Haití, que sería incluida en futuros programas previstos por el canal de televisión.
Lo que había sucedido es simplemente que la periodista se limitó a recoger los datos de asistencia procedentes de una fuente interesada, sin mayor contraste ni observación sobre el terreno y, por tanto, terminó ofreciendo una información parcializada a favor de la fuente e injusta con otros sectores interesados a los que no se consultó.
Algo similar sucedió en el diario El País con la noticia sobre los precios del tren de alta velocidad recién inaugurado AVE Madrid-Valencia3. Una vez más se limitaron a recoger la versión de una fuente interesada: Renfe, la empresa ferroviaria. El texto de la información comenzaba señalando que “El billete sencillo del AVE entre Madrid y Valencia costará 79,8 euros, aunque si los viajeros se acogen a la oferta de la web -la de mayor descuento, con una reducción del 60%-, podrán viajar por un precio desde 31,9 euros”. Lo que no dice el periódico es que esa tarifa web sólo existe para algunos trenes y comprando con una antelación de 15 días, según reconoce la propia página oficial de Renfe. La tarifa a la que se puede comprar el billete de tren por la web para los siguientes quince días no es en absoluto de 31’9 euros, sino de 79’8.
Otra de las afirmaciones de la noticia es que, en el trayecto entre Madrid y Albacete, el “coste del billete sencillo será de 48,9 euros (19,5 en la web)”. Comprobando los precios en la página web de Renfe se comprueba que el billete vía web lo que vale es 56’70. Y sólo diecinueve días después de la fecha en curso se puede encontrar un tren con el precio de la oferta que es de 22’7 euros, ni siquiera los 19’5 que afirmaba el periódico.
Estos dos casos muestran un periodismo de meras declaraciones y notas oficiales. Las noticias dejan de ser el resultado de la búsqueda de informaciones, sólo la recogida de versiones interesadas que no se contrastan y que, en el caso de TVE, cuando se denuncia el error se escudan en que la fuente consultada ofreció el dato equivocado, como si el periodista o el medio no tuviese ninguna responsabilidad en la veracidad de los que difunde.
1RTVE, 25-11-2010 http://www.rtve.es/mediateca/videos/20101125/muertos-haiti-podrian-ser-ya-2000-infectados-50000/941709.shtml
2Cubainformación, 30-11-1010 http://www.cubainformacion.tv/index.php?option=com_content&view=article&id=18215%3Ala-historia-se-repite-el-mundo-no-debe-saber-que-el-40-de-la-atencion-medica-contra-el-colera-en-haiti-es-cubana
3El País, 11-11-2010 http://www.elpais.com/articulo/espana/billete/AVE/Madrid-Valencia/costara/798/euros/elpepuesp/20101111elpepunac_17/Tes