Era como nos temíamos, la información que nos llega sobre el islam está repleta de prejuicios, estereotipos y falsedades. Las escritoras Nazanín Amirian y Martha Zein así lo dejan en evidencia en su libro “El islam sin velo”. Aunque después de leerlo uno tiene la sensación de que quienes teníamos un velo que nos impedía ver éramos nosotros, no las mujeres musulmanas. La grandeza de la obra es que se trata de un texto planteado desde la laicidad, desde el racionalismo y el mero interés por el conocimiento; no tiene el menor interés en defender el islam, lo que le convierte en mucho más riguroso y creíble que si sus autoras fueran musulmanas practicantes.
Además, el libro tiene otro valor agregado, y es que es tanta su exhaustividad, que las frecuentes referencias a los elementos troncales de las religiones monoteístas nos llevan a enseñarnos mucho del judaísmo y del cristianismo. Descubrimos así unas similitudes tan abrumadoras que aún hacen más absurdas las confrontaciones religiosas.
Es gracias también a su neutralidad religiosa, que el agnóstico o el ateo confirma, una vez más, la infinita imaginación de las religiones en su intento de respuesta a las preguntas metafísicas de los seres humanos. Una imaginación que en su creación de seres fantásticos, mitologías y leyendas apocalípticas supera a cualquier historia de La guerra de las galaxias o de los Pokemon infantiles. Por supuesto también se encuentran explicaciones racionales a cuestiones como el rechazo al cerdo entre los musulmanes.
En cualquier caso, el gran valor de esta obra rigurosa y seria es su ejercicio de tolerancia y respeto que, curiosamente, procede del análisis agnóstico más que de la militancia religiosa. Este libro es la más inteligente respuesta que se le podía dar a Huntington y a todos los que siguen sembrando la cizaña entre las religiones.
Nazanín Amirian y Martha Zein. El islam sin velo. Editorial Planeta. Barcelona 2009.