Imaginen un gasto que abonamos todos los meses pero cuyos conceptos desarrollados en la factura no son comprendidos por la mayoría de los españoles según el Programa Internacional para la Evaluación de la Competencia de los adultos, una especie de informe PISA para adultos. Se trata de la factura de la electricidad. Si a pesar de ello es religiosamente pagada por los ciudadanos, nos podemos hacer una idea de la impunidad y poder que tienen esas empresas.