La violencia aparecida en las movilizaciones como reacción al encarcelamiento del rapero Pablo Hasel ha generado un debate en torno a su origen, explicación, objetivo y responsabilidad. Y, por supuesto, su relación con la lucha política.
La primera cuestión que describir es, que como lleva sucediendo hace ya varios años, muchas de las movilizaciones surgen de forma espontánea, sin estructura organizada detrás (más allá de que un grupúsculo pueda convocar en redes) que planifique en qué consistirá un determinado acto movilizador y menos todavía intentar cumplirlo.