El Partido Popular ha aprovechado la enfermedad del presidente cubano Fidel Castro para presentar con fecha del 14 de diciembre una Moción en el Congreso de los Diputados destinada a desestabilizar al gobierno cubano y provocar la que denominan una “transición” que termine con el modelo socialista del país. Para ello buscan la complicidad del gobierno español y la comunidad internacional tal y como hicieran durante el gobierno de José María Aznar.
La moción pide que el gobierno español interfiera en la política cubana pidiendo reformas, creación de partidos políticos, un nuevo modelo sindical y la creación de medios de comunicación privados ligados a corporaciones empresariales. Asimismo, pide que esa posición sea trasladada a la Unión Europea.
Ya en anteriores ocasiones, el Partido Popular, tanto desde el gobierno de la nación como desde las comunidades donde gobierna, ha financiado a organizaciones anticastristas de Miami, algunas de ellas implicadas en acciones violentas contra objetivos civiles en Cuba, como la Fundación Nacional Cubano-Americana. Su filial en España, la Fundación Hispano Cubana, ha recibido ayudas millonarias desde el Partido Popular y las administraciones que han estado bajo su gobierno.
Anteriormente la fundación FAES, dirigida por el ex presidente español José María Aznar, cuando anunció que entre sus principales objetivos para el año 2006 estaba el combatir a Fidel Castro, Hugo Chávez y Evo Morales. Así lo anunció a primeros de este año el periódico español La Razón , el más cercano al ideario del dirigente derechista.
Ya el pasado día 13 de diciembre, el diputado y secretario de Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, presentó una interpelación urgente en el Congreso alarmado por la normalidad en que se encuentra Cuba ante la enfermedad de Fidel Castro. Moragas expreso su preocupación por el "peligro de presenciar como una dictadura se sucede a sí misma por vía de consanguinidad".
"Castro está desaparecido y esa ausencia tan visible es el prologo de su extinción definitiva", opinó desde la tribuna del hemiciclo antes de advertir que una sucesión como la actual es una "aberrante perversión política".
Mientras tanto, en Cuba la normalidad e institucionalidad es dominante. La enfermedad del presidente cubano Fidel Castro le obligó a delegar sus responsabilidades temporalmente en el vicepresidente del Consejo de Ministros y primer vicepresidente del Consejo de Estado de Cuba, Raúl Castro Ruz, tal y como establece la legislación del país. Esta decisión parece no haber sido del gusto de la derecha española.
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