Llegó Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos explotando la soberbia estadounidense, el complejo de superioridad, la arrogancia frente a los demás países, el discurso xenófobo de protegerse de emigrantes y extranjeros y, mira por dónde, lo que ha conseguido es el aislamiento internacional. Al final no tendrá que hacer ningún muro, ni con México ni con otro país, es la comunidad internacional la que va a poner su muro, o mejor un cordón sanitario en torno a Estados Unidos. Basta con repasar los movimientos internacionales de los últimos días.